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Channel: Los pueblos deshabitados
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Quintana de la Peña (León)

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Deliciosa población situada al cobijo de el monte El Cogote, a su vez resguardado bajo la Peña Corada. Una maravillosa calle a la que se asoman casi todas las viviendas parece querer trepar suavemente monte arriba.
Multitud de rincones y viviendas de buena fachada hacen una gozada el paseo por este pueblo.
Veinte viviendas conformaron Quintana de la Peña, donde sus vecinos se dedicaban a la agricultura (trigo, cebada, avena, garbanzos, lentejas) y la ganadería (vacas y ovejas). De gran calidad era la lana que se extraía de este último animal, tenia mucha fama en el contorno y venían a comprarla de diversos pueblos, así como los carniceros de Cistierna venían a comprar terneros y corderos al pueblo debido al prestigio que tenían por criarse en buenos pastos como eran los de Quintana.
Quintana de la Peña también estaba unido a las minas de carbón que daban vida a la comarca en el siglo XX, puesto que aportaba varios de sus vecinos que iban a trabajar diariamente, bien andando o en bicicleta hasta el pueblo de Sabero donde trabajaban para las Hulleras de Sabero.
El cierre de estas minas en 1991 supuso la decadencia de toda la comarca, aunque para aquellos años Quintana ya había sucumbido a la despoblación.
Desde el año 1959 contaron con luz eléctrica en el pueblo.
Diversos curas subian al pueblo a oficiar los actos religiosos, unos años venia de Cistierna, otros años de Valmartino y tambien el del Valle de las Casas.
El médico subía desde Cistierna.
El cartero residía en Valmartino, bajaba andando a coger la correspondencia a Cistierna y luego la repartía en su pueblo y en Quintana.
El herrero también subía unas veces el de Valmartino y otras el de Cistierna.
Al molino de Sorribas bajaban con burros a moler el grano para posteriormente ser el molinero de La Riba el que venia a Quintana a recoger el grano y lo devolvía hecho harina.
San Roque era el patrón de Quintana de la Peña, al que celebraban fiestas el 16 de agosto. Duraban la víspera y dos días mas.
Una diana por la mañana abría paso al día festivo donde los vecinos obsequiaban con pasteles y una copita de vino o de orujo a toda la comitiva en su ronda casa por casa.
Misa, una procesión por la calle arriba, volviendo para abajo y una vuelta alrededor de la iglesia para continuar con un pequeño baile antes de comer.
Baile que luego seguía por la tarde-noche realizándose en una era cercana a la iglesia y donde los músicos de Cistierna (acordeón, saxofón, bombo) eran los encargados de hacer bailar a los presentes. El baile el primer día se hacia en la Venta la Vita, situada abajo en la carretera, que pertenecía a Quintana y que era lugar de pernocta de todo tipo de personas que recorrían el camino de Cistierna a Puente Almuhey y Guardo. De Cistierna, Valmartino y el Valle de las Casas que eran los pueblos más cercanos y donde tenían más familiares, acudían en gran numero a las fiestas de Quintana.
No faltaban algunos actos de entretenimiento como eran la corrida de cintas o las carreras de sacos.
Tenían la fiesta pequeña el 31 de enero en honor a Santa Eugenia. Duraba solamente un día y no se hacia procesión, debido al rigor del invierno en esa fecha, el baile se realizaba en el interior de alguna casa.
A Cistierna es a donde bajaban en burro a realizar las compras de productos que no habia en el pueblo (aceite, azúcar, jabón, etc), generalmente bajaban los jueves que era el dia de mercado. También había una pequeña tienda en Valmartino donde se abastecían de algunos productos.
Para la compra-venta de ganado (vacas sobre todo) bajaban a la feria de ganado de Cistierna que se realizaba los dias 24 de los meses de noviembre, diciembre y enero y los dias 20 a Puente Almuhey.
Al pueblo de Guardo (Palencia) se desplazaban el 13 de junio a la feria a vender cochinos.
Los jóvenes bajaban a Cistierna los domingos por la tarde donde había cine y baile.
Muy concurridos eran los juegos de bolos (de gran tradición en la comarca) que se realizaban en una explanada por debajo de la iglesia.
Los domingos al salir de misa, era la costumbre de hacer las reuniones de concejo entre los vecinos, para acordar los asuntos comunes de interés para el pueblo, como era entre otros las cenderas, trabajo que consistía en abrir caminos en la época de nieve o limpiarlos de maleza, también estaba la tradición de la Corrida (por cuadrante cada vecino según le tocara estaba obligado a dar alojamiento, siempre en un pajar o cuadra, a algún mendigo que le pillara la noche en el pueblo).
Debido a las malas comunicaciones, al aislamiento que padecían y la búsqueda de un mejor futuro la gente fue emigrando en los años 60. El cierre de la escuela supuso un mazazo para las últimas familias que había en el lugar, porque se condenaba a los niños a bajar andando hasta la carretera donde los recogía un transporte escolar y llevarlos a Cistierna. Ante esta situación los padres optaron por marcharse con ellos.
Barcelona mayormente y después Bilbao y Cistierna fueron los tres destinos preferentes de los habitantes de Quintana.
Aun así hubo vida en el pueblo hasta 1981 en que cerraron su casa Tasio y Olvido, el último matrimonio que alargó unos años más la presencia humana en el pueblo.
A partir de entonces, pues lo de siempre, un expolio brutal se ensañó con las casas del pueblo, para unos años más tarde recibir la llegada de tres nuevos moradores, venidos de fuera, que hasta la actualidad y de manera intermitente son los que dan vida por temporadas al precioso pueblo de Quintana de la Peña.

Al coronar el alto de la Porquera se divisa a lo lejos la espadaña de la iglesia de Quintana




Llegando a Quintana de la Peña




La iglesia parroquial de Santa Eugenia. Al fondo a la derecha la Peña Corada, referencia de toda la zona



Interior de la parroquial. La espadaña resiste firme, ausentes las campanas, solo quedan los yugos que las sujetaban.



Desde la iglesia da comienzo la preciosa calle General de Quintana de la Peña.




La primera casa, situada junto a la iglesia era la de José y Rosario. Marcharon para Barcelona



Preciosa visión de la calle General. La cuadra y la casa de Anselma, la primera a la izquierda



A la derecha de la calle se encuentra la casa de Carmen, falleció en el pueblo




A la izquierda de la calle bonito callejón donde se sitúan las viviendas de Julian al fondo, que se bajaron a Cistierna y en primer plano la de Felipe y Trinidad, él murió en el pueblo y ella se marchó a León



Calle General en sentido ascendente, la nogala exuberante, no quiere perderse la oportunidad de salir en la foto



A la izquierda de la calle se situa la casa de Celestino y Rosario, se marcharon para Cistierna. Una de las muchas delicias arquitectónicas que se encuentra el visitante en Quintana



Calle de la escuela




Escuela de Quintana de la Peña (las dos ventanas bajas de la derecha), a la izquierda de la puerta de entrada estaba la cocina y arriba era la vivienda del maestro. Don Serafin estuvo impartiendo enseñanza durante varios años aquí, vivía con su mujer y tres hijos



La última casa que se cerró en Quintana de la Peña. Era la de Tasio y Olvido, se marcharon para Santa Olaja. En la parte baja de la casa estaba situada la taberna que había en el pueblo



En lo más alto del pueblo se situa la fuente, compartiendo espacio con el abrevadero, el lavadero y la balsa para riego de huertos cercanos



Subiendo hacia el alto el Cogote asi se divisa la calle General




Asi veian la casa de Ramiro sus vecinos cuando se asomaban por la ventana, se marcharon para Barcelona



Un poco escondida de las demás, se encuentra la casa de Bernardo y Jovita, se fueron a Barcelona



Bajando por la calle General




A la izquierda el toril, recinto donde se encerraba el toro comunal, a la derecha la fragua

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