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Las Hermanas (Albacete)

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Las Hermanas es una atractiva aldea albaceteña situada en la sierra del Segura.
Pedanía de Molinicos se presenta en forma alargada dejándose caer a media ladera sobre el barranco de la Dehesa Vieja.
Hasta 35 viviendas llegaron a componer en sus buenos tiempos esta aldea que tenía la base de su economía en el cultivo del olivo y del almendro. El trigo y la cebada era el cereal predominante en sus campos. Grano que se llevaba a moler a uno de los cinco molinos harineros que había en Molinicos.
Las ovejas y las cabras era el aporte que hacía la ganadería para el sustento de sus habitantes. Corderos y cabritos que eran vendidos a carniceros de Molinicos.
Mucha importancia tenía el cultivo y aprovechamiento de las plantas de esparto que se daba en las laderas más soleadas. Se llevaba a la fabrica de Molinicos o en ocasiones lo llevaban a vender a la provincia de Murcia.
Varios de sus vecinos se marchaban finalizando el verano a trabajar en la vendimia francesa para sacarse un dinero extra.
De la provincia de Ciudad Real venían arrieros hasta Las Hermanas y otras aldeas de Molinicos a comprar aceite y miel.
Miel que elaboraban en las numerosas colmenas que tenían y que en verano hacían trashumancia con ellas trasladándolas más arriba de Riopar.
Para todo tipo de oficios religiosos (misas, bodas, bautizos, defunciones) bajaban a la iglesia de Molinicos.
De aquí subía el medico y el practicante cuando la ocasión lo requería.
Para el servicio de correspondencia no había cartero destinado y era cualquier vecino que bajaba a Molinicos para realizar alguna compra el que se subía las cartas para Las Hermanas.
Los niños para ir a la escuela tenían que bajar hasta la aldea de El Morcillar a 1´5 km.
Precisamente con los de El Morcillar compartían patrona: la virgen de Fátima a quien celebraban fiesta el 13 de mayo.
Un año se realizaba la fiesta en El Morcillar y otro en Las Hermanas y así sucesivamente.
Cuando tocaba en Las Hermanas se improvisaba un altar en la calle y allí se oficiaba una misa. Se repartía torta de caridad bendecida y se subastaba el rollo que solían hacer las mozas del pueblo. Los jóvenes que tuvieran algún interés afectivo en alguna de las mozas se encargaban de pujar fuerte por el rollo que hubiera elaborado.
Antonio (el niño del Puerto), acordeonista del pueblo de Puerto del Pino era el encargado de amenizar el baile con su música.
Este día además de las dos aldeas protagonistas venía gente de Molinicos y de todos los caseríos del valle de Arroyo Morote.
No faltaba la cuerva (bebida típica en la zona que era igual que la sangría).
Los jóvenes acudían los domingos a Arroyo Morote donde se realizaban unos animados bailes para las gentes de los caseríos cercanos. En ocasiones dicho baile se realizaba cada domingo en una aldea diferente.
Entre los adelantos de la época solo el teléfono apareció por Las Hermanas cuando ya apenas había población.
Debido a la ausencia de servicios e infraestructuras la gente fue marchándose en los años 60 y 70 casi en su totalidad a Molinicos, del que dada su cercanía podían seguir subiendo a Las Hermanas a trabajar las tierras.
El cierre de la escuela de El Morcillar supuso un duro golpe para las últimas familias que todavía residían en la aldea pues ya tenían que llevar a sus hijos a la de Molinicos, por lo que decidieron fijar su residencia en la cabecera municipal.
Las Hermanas aguantó con presencia humana hasta mediados de los 90 cuando el delicado estado de salud de Eleuterio López (el último y solitario vecino) hizo que sus familiares se lo llevaran de la aldea.
Posteriormente hubo un proyecto de hacer un complejo rural que hubiera revitalizado el lugar, pero la cosa no cuajó.
El expolio se encargó de hacer el resto y a día de hoy todas las edificaciones están abandonadas.

Visita realizada en solitario en junio de 2014.

PUBLICADO POR FAUSTINO CALDERÓN.

Punto y aparte. Sugerente nombre el de esta población que anima a conocerla. Pocas referencias tenía de esta aldea pero aprovechando una estancia en la zona me decido a conocerla.
Tarde primaveral, agradable temperatura, nubes y claros. Buena pista de acceso, al doblar una curva ya se ofrece la primera visión del caserío entre olivos. Agradable la primera sensación, la intuición me dice que me va a gustar. No me equivoco, la calle de subida es bien bonita, viviendas todavía en pie conformando un atractivo núcleo urbano. La maleza no tiene fuerza para apoderarse de las calles. A medida que se sube ya las edificaciones están en peor estado. Dada la elevada situación de la aldea las vistas desde allí son bien bonitas. La aldea de El Morcillar se divisa con claridad abajo. Llego a la parte más alta, las edificaciones ya están en peor estado y hay un momento en que ya no se puede subir más. Doy por terminada mi visita a la pintoresca aldea de Las Hermanas llevándome una grata impresión, ha merecido la pena subir a conocer esta población.
Cuando bajo a Molinicos y hablo con alguno de los lugareños me entero de que no he conocido el horno, la fuente y el lavadero de Las Hermanas. Así que vuelvo otra vez para allá antes de que oscurezca y ya con las indicaciones precisas doy con el breve sendero que lleva hasta estas edificaciones que no había visto. La fuente esta casi tapada por plantas silvestres y el lavadero esta muy entero, es muy bonito, Todavía en buen estado los pilones y las repisas inclinadas con ondulaciones donde las mujeres lavaban la ropa. Estando en su interior es fácil dejarse llevar por la imaginación y ver allí a un grupo de mujeres realizando la dura tarea del lavado a la vez que comentaban los sucesos y los chismorreos que sucedían en la aldea y en la comarca.
El sol ya hace unos minutos que ha traspuesto así que pronto empezara a oscurecer, toca emprender el camino de bajada. Bonitas sensaciones de este lugar, para volver en otra ocasión.


Llegando a Las Hermanas. Bonito efecto óptico de las viviendas en forma de escalera, cada una a superior altura que la anterior como si fueran peldaños.



Comienzo de la calle en sentido ascendente.




Dos viviendas. De pequeño tamaño. Encaladas. Ventanas enrejadas. Parra.



Calle de Las Hermanas.




Rincón urbano en la parte alta de la aldea.




Horno comunal.




La fuente de Las Hermanas a la izquierda casi tapada por plantas silvestres, de frente el precioso edificio del lavadero.



Interior del lavadero.




Desde el lavadero. Preciosas vistas. El Morcillar abajo a la izquierda. Al fondo el estrecho por donde discurre el arroyo Morote.



La vegetación esta de ¨portera¨.




Precioso tramo de calle en sentido descendente.




Posición dominante sobre la carretera y sobre los dos barrios que conforman El Morcillar.



Vivienda protegida del exterior por un estrecho patio. Horno a la izquierda.



Sobre un pequeño promontorio enfrente de la aldea se sitúa la torre del reloj. Servía para administrar los turnos de riego de los huertos. A las diez de un día indeterminado dejó de funcionar. Coronando el tejado una veleta.



Vista de Las Hermanas desde la torre del reloj.




Almazara para la elaboración del aceite. A unos doscientos metros de la aldea.

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