Quantcast
Channel: Los pueblos deshabitados
Viewing all articles
Browse latest Browse all 202

Lacasta (Zaragoza)

$
0
0

Siempre tuvo muy difíciles los accesos esta recóndita población de las Cinco Villas, distaba catorce kilómetros de su cabecera municipal, el pueblo de Luna, y no conoció nunca una pista de acceso mientras estuvo con vida, seguramente el pueblo más aislado de toda la provincia de Zaragoza.
Unas doce casas conformaban este hermosisimo pueblo situado sobre una suave faja rocosa en los limites con la provincia de Huesca.
Unas ochenta personas llegaron a vivir en Lacasta en sus mejores años, dedicados a la ganadería (ovejas y cabras) y la agricultura (trigo, cebada y avena principalmente).
Nunca conocieron la luz y el agua en las casas, ni buenas comunicaciones para desplazarse a pueblos cercanos, ni un carro ni un tractor llegaron nunca hasta las puertas de Lacasta, como avance de la modernidad solamente la llegada de un transistor permitió a los vecinos estar un poco más al día de lo que ocurría en el exterior. Fue comprada por el amo de Casa Silvestre y supuso todo un acontecimiento en el pueblo, especialmente entre las personas más mayores que nunca habían visto un aparato semejante. En las tardes-noches de verano se juntaban las gentes en la plaza de la fuente a escuchar lo que transmitía aquel aparato innovador en aquellos años.
Tres días duraban las fiestas patronales que celebraban para la Virgen de Agosto (dia 15), donde la guitarra y la bandurria de los músicos de Luna amenizaba los bailes.
El cura venia desde El Frago.
El médico venia desde Luna, había que ir a buscarle con una caballería. En algunos casos se agravaba mucho la situación del enfermo, porque entre bajar a buscar al médico, que este estuviera disponible y vuelta a Lacasta podían haber transcurrido más de seis horas, que en algunos casos podían resultar fatales.
A moler el grano iban indistintamente a los molinos de Luna o de El Frago.
La industrialización de las grandes ciudades y la lejanía de Luna con difíciles accesos propiciaron que los castinos fueran emigrando en los años 50 y 60 rumbo a Zaragoza y Barcelona principalmente.
Hacia 1973 se marchó el último habitante que quedaba en Lacasta, un hijo de Casa Silvestre.
Posteriormente nuevos descendientes de esta casa dieron un nuevo soplo de vida al pueblo con su presencia allí durante grandes temporadas donde mantuvieron ganadería hasta los últimos años 90.
Hace unos cinco años Lacasta saltó a la fama por ser noticia en prensa y televisión de que se ponía en venta el pueblo. Noticia que no era del todo cierta, porque era solo una parte del pueblo: cuatro casas, algunos corrales y unas hectáreas de terreno. Esto lo habían comprado anteriormente unas gentes de Madrid con la idea de hacer allí algún tipo de turismo rural alternativo pero desistieron de la idea por no verlo viable y lo pusieron en venta.
En los últimos dos años hay varios intentos de recobrar la vida en Lacasta por medio de neo-rurales, se esta rehabilitando alguna casa, pero de momento es simplemente en estancias temporales.

PUBLICADO POR FAUSTINO CALDERÓN.

Visita realizada en solitario en enero de 2001 y en marzo de 2013.

Lacasta en 2001.




A punto de llegar a Lacasta.




Entrando en Lacasta, ya se intuye que nos vamos a encontrar un pueblo bien bonito.



Casa Silvestre, la última casa que se cerró en Lacasta. Magnifica edificación de amplios volúmenes. El amo de la casa era el alcalde pedáneo. Aquí se alojaba la maestra de patrona y pernoctaba la pareja de la guardia civil cuando estaba de ronda por estos lugares.



Horno comunal.




La fuente de Lacasta.




Casa Castillo, llamada así porque por encima de la casa parece ser que hubo un castillo del que no hay ni rastro. El acceso se hace por un pequeño puente de piedra.



La parte alta de Lacasta.




La iglesia parroquial de San Nicolás de Bari, en lo más alto del pueblo, construida sobre la pura roca, delante y delimitado por el murete los restos del cementerio junto al olivo.



Portada de acceso al templo. Según García Omedes, experto del románico aragonés, lleva la firma del maestro de Agüero, escultor y arquitecto del siglo XII que dejó su huella en numerosas iglesias románicas de las Cinco Villas, de zonas limítrofes de Navarra y Huesca.




Interior de la parroquial. Altares laterales, escalinata de piedra de acceso al coro y pila bautismal.



Pila bautismal. A decir de García Omedes una pequeña obra de arte. Su borde interior esta decorado con moldura de bocel. Se pregunta Omedes en su pagina que es lo que hace aquí todavía esta joya expuesta al destrozo de los vándalos. Esta todo dicho.



Otro ejemplo que la hace peculiar a esta iglesia es el acceso a la espadaña. Sobre un arco de medio punto y apoyado en el muro da comienzo la escalera exterior que pasando por el tejado del templo a modo de camino llega hasta el pequeño recinto donde se situaban las campanas.
Una vez más las sabias palabras del experto García Omedes nos hace saber que solo hay un caso parecido en toda España, en un templo de Lugo.



Desde la espadaña.




La escuela de Lacasta.




Bajando desde la iglesia. De frente la abadía. Abajo a la izquierda Casa Silvestre.




Fachada lateral de la abadia.




Casa Laguarta.




Casa Jorge.




Casa Montori.

Viewing all articles
Browse latest Browse all 202

Trending Articles