A 550 metros de altitud, se sitúa este bonito despoblado de las Cinco Villas sobre una repisa rocosa unos metros por encima del barranco de Junez.
Se componía este barrio de Luna de catorce viviendas, iglesia, escuela y dos hornos para hacer el pan, uno comunal y otro en el interior de Casa El Rey.
Había tres trujales para hacer el vino. Eran de Casa El Rey, Casa Marco y Casa Laguarta.
Vivían básicamente de la ganadería (ovejas y cabras) y la agricultura (trigo y cebada principalmente).
A moler el grano iban al molino del pueblo de El Frago.
Nunca tuvieron luz eléctrica en las casas, ni tampoco agua, para lo cual iban a cogerla directamente del río Junez (a 200 metros), hasta aquí venían también las mujeres a lavar.
Hubo cura residente en Junez hasta los años 40. Vivía en una dependencia de Casa El Rey llamada el Cuarto del cura. A partir de esos años venía de Luna, aunque solo lo hacía para celebraciones especiales como eran las fiestas, bodas o bautizos.
El médico también venía desde Luna cuando la ocasión lo requería.
El cartero, Matias, residía en Luna y llevaba la correspondencia a Junez y a Lacasta.
San Lorenzo era el patrón de Junez, pero al pillarles las fechas en plena temporada de trabajo en el campo, pasaron la fiesta grande al 13 de junio (San Antonio).
Tenían una duración de tres días. La misa era el principal acto religioso y el baile lo era en lo festivo. Se realizaba en la plaza amenizado por los músicos de Luna.
De Lacasta, Lacorvilla y El Frago era de donde acostumbraba a venir más juventud a participar de las fiestas juneras.
Ternasco, cabrito o pollo eran los platos principales esos días en la gastronomía para compartir con familiares y allegados.
Fiel a su cita de todos los años acudía Paulino desde Luna para poner un chiringuito con bebidas.
Algunos domingos por la tarde y festivos solían hacer baile a nivel local en el interior de Casa El Rey con una gramola propiedad de esta casa.
A Luna se desplazaban para realizar compras en los comercios que allí había.
Algún vendedor ambulante se dejaba ver por allí, como era uno que venía desde Erla vendiendo productos de menaje y de cacharrería.
La vida era bastante dura en Junez debido a la falta de servicios básicos, a los precarios accesos y a la lejanía del médico. Por ello el pueblo iba perdiendo población paulatinamente debido a que sus habitantes fueron tomando el camino de la emigración. A ello se le unió el cierre de la escuela cuando quedaban pocas familias, lo que obligó a tener que desplazarse a la de Luna a los pocos niños que quedaban.
Luna y Zaragoza fueron los destinos principales de los juneros para empezar una nueva vida.
Pascual Pérez de Casa El Pollo fue el último de Junez. Estuvo viviendo unos años en solitario hasta el año 1973 aproximadamente en que decidió trasladarse a vivir a Luna y desde allí seguía acudiendo diariamente a su pueblo a trabajar las tierras.
Visitas realizadas en enero de 2001 y marzo de 2013.
Ha colaborado: Conrado Alegre Gay, descendiente de la familia de Casa El Rey
PUBLICADO POR FAUSTINO CALDERÓN.
Llegando a Junez. Amplios volúmenes de Casa Marco por su parte trasera. Profusión de vanos para recibir la luz solar. Tiene un piso más con respecto a su fachada delantera. El muro del corral forma una especie de muralla protectora.
Entrando en Junez por el viejo camino de Lacasta. Casa El Royo la primera en aparecer (había dos con el mismo nombre). Vivían en ella el matrimonio y cuatro hijos.
Casa Chan Antón. Fue la penúltima vivienda que se cerró en Junez. Vivían en ella el matrimonio formado por Emiliano que era originario de Lacasta y Carmen que era la heredera de la casa. Tuvieron tres hijos. Se marcharon a Luna.
Frente a Casa Chan Antón se sitúa Casa Chiquito, aunque se la conocía más como la casa de la maestra, por residir en ella las diferentes docentes que llegaban destinadas a Junez.
José que estaba soltero ocupaba la planta baja (puerta de la izquierda) de Casa Chiquito, dejando las dos de arriba como vivienda para la maestra. En el centro Casa Sotoca y a la derecha Casa El Pelaire. En ella vivía el matrimonio y cuatro hijos. Se repartieron entre Luna y Zaragoza.
Foto cedida por Conrado Alegre
Casa El Rey. Años 70. Poderosisima casa solariega. Del poder que tenia esta vivienda cuenta la memoria popular que el amo de esta casa podía ir montado a caballo desde Junez a Valpalmas, distante a 11 km. sin salirse de sus tierras.
En 1808 sufrió un devastador incendio que acabó con toda la casa, excepto una pared. Hubo que reconstruirla de nuevo.
A principios de siglo XX eran sus propietarios Francisco Auría y Rosarío Auría. En los años 30 vivían en ella dos matrimonios. Por un lado Francisca Auría Auría como descendiente de la casa que se había casado con Conrado Gay Auría originario de Uncastillo. Tuvieron cinco hijos.
El otro matrimonio era el formado por Eugenio Auría Auría y Rafaela Valle que tuvieron dos hijos.
Aparte de los dos matrimonios vivía una hermana soltera: Tomasa Auría Auría.
En 1947 cerraron la puerta de la casa y se trasladaron a vivir a Luna, tal y como cuenta Conrado Alegre Gay:
"Mi abuelo Conrado era el alcalde de Junez. Ese año asaltaron los maquis la casa. Mandaba la partida uno que había estado de criado allí y se la conocía al dedillo. Se llevaron dinero, cosas de valor, una escopeta y cinco jamones. Obligaron a mi abuelo a ir con ellos secuestrado. Lo subieron al monte y después de tenerlo allí retenido y bajo amenazas de muerte le soltaron diciendo que bajarían en otra ocasión a ajustarle las cuentas. Decidieron que lo mejor era marcharse para Luna donde había más seguridad. Hasta el año 67 mi abuelo siguió subiendo a diario a Junez con sus hijos para seguir trabajando las tierras pero sin pernoctar allí.
La casa era lugar de operaciones de la guardia civil cuando iban a dar una batida a los maquis o había noticias de que anduvieran por allí cerca. En numero cercano a los cien se llegaron a concentrar allí en alguna ocasión entre mandos y números, con lo que ello conllevaba para el abastecimiento.
Eulogio el pastor de la casa, originario de Agüero (Huesca) era el encargado de sacrificar unos cuantos corderos para dar de comer a tanta gente. Hecho que motivó que en cierta ocasión le dijera a mi abuelo que él ya no iba a matar más animales porque no estaba de acuerdo con esa situación que se creaba".
Casa El Rey en la actualidad. Convertida a escombros prácticamente. La extracción de las tejas para retejar el santuario de Nuestra Señora de Monlora fue el principio del fin para el edificio. Todavía sobrevive en la parte izquierda de la fachada el reloj de sol, fechado en 1824.
Plaza de Junez. Suelo de piedra granítica natural. A la izquierda trujal de Casa El Rey, al fondo se deja ver Casa Marco.
Casa El Pollo (puerta verde). Fue la última casa que se cerró en Junez. Vivía en ella Pascual Pérez, que estaba soltero. Formando angulo recto el granero de la casa. A la derecha se muestra Casa Laguarta. Vivía en ella el matrimonio y un hijo. Marcharon para Zaragoza.
Casa El Pollo, Casa Laguarta y Casa El Rey. Al fondo sobre un montículo, la parroquial.
La iglesia parroquial de San Francisco Javier. Atípica edificación casi cuadrangular que rompe un poco los moldes rectangulares con los que suelen estar construidas las iglesias. Espadaña de un solo ojo en su lado sur. La pila de agua bendita se trasladó a la iglesia de Santiago de la Corona en Luna.
Escalinata y portada de acceso al templo en arco de medio punto. Había una minúscula antesala antes de entrar a la nave. A la derecha granero de Casa El Rey.
Interior del templo. Sin cubierta. Las zarzas son las dueñas. En 1962 se celebró la última misa aquí con ocasión de celebrar una comunión.
Visión de la iglesia por su lado noreste.
Desde la puerta de la iglesia. Casa El Rey a la izquierda y Casa El Royo a la derecha.
En un granero de Casa El Royo se edificó la escuela de Junez. El año 1966 fue el último que se impartió enseñanza en este aula, siendo doña Flora la maestra. Anterior a ella se recuerda a doña Angelines, doña Elena, doña Conchita y doña Eugenia.
Casa Marco, era la segunda casa más pudiente de Junez. De buen tamaño. Vivían en ella el matrimonio y cinco hijos. La emigración los repartió entre Zaragoza y Sancho Abarca.
Patio y galería solanera de Casa El Pollo. Al fondo había un paso elevado sobre la calle que ya desapareció.
Casa La Macaria. Puerta en arco escarzano.Vivía en ella el matrimonio y un hijo. Se fueron para Zaragoza. Salida del pueblo por el antiguo camino de Lacasta.